El caos y la confusión se han adueñado de las más de 700 personas que estaban en el Teatro Apolo de Londres.En plena función los espectadores escucharon un fuerte crujido, empezaron a caer cascotes y parte del techo del auditorio se desplomó sobre el patio de butacas. En un principio se pensaban que era parte del espectáculo.La gente, presa del pánico, salió corriendo para escapar del derrumbe. Algunos quedaron atrapados entre los escombros.En pocos minutos las autoridades no tardaron en bloquear la avenida. Ayudan a sacar a los heridos que salen del teatro aturdidos, hay casi un centenar, algunos de ellos de gravedad.Ahora los técnicos serán los que determinen las causas de este derrumbe, que podía haber acabado mucho peor.