Decenas de personas recuerdan con velas, flores y palomas blancas a Nelson Mandela. El cuerpo de Mandela ha sido trasladado a un hospital militar de Pretoria, pero este sigue siendo lugar de peregrinación para los cientos de personas que han querido mostrar su pena por la muerte del hijo más grande de Sudáfrica. Así le definió anoche el presidente Jacob Zuma cuando anunció en un discurso televisado a toda la nación desde la sede del Gobierno en Pretoria. "Mandela se ha ido en paz y rodeado de su familia", informó un Zuma visiblemente afectado. También anunció que todas las banderas del país lucirán a media asta hasta el día del funeral, que será previsiblemente el próximo 14 de diciembre y al que asistirán las más altas representaciones políticas, sociales y culturales de todo el mundo. Ayer por la tarde, los periodistas, que hacían guardia frente a la casa de Mandela desde que el pasado 1 de septiembre quedó ingresado en su casa de Johanesburgo estaban haciendo guardia, dieron la voz de alerta. Había demasiados coches oficiales y de policía en la residencia. Esta vez no eran rumores y la confirmación de la muerte de Mandela llegó media hora antes de la medianoche.