Este hombre se niega a abandonar su moto en mitad de la calle, completamente inundada, convertida en un río sin control. Las lágrimas de esta vecina de la isla griega de Rodas expresan la impotencia de los vecinos ante las tremendas inundaciones que en apenas unas horas lo han arrasado todo. Las autoridades locales ya han decretado el estado de emergencia. Los bomberos están desbordados ante las más de 300 llamadas de gente pidiendo ayuda.