Con gritos de "¡no lo queremos!", los vecinos de Alcanar, en Tarragona, han mostrado su rechazo a la plataforma Castor, a la que responsabilizan de los seísmos en el Delta del Ebro. Esta protesta ciudadana se apoya, entre otros documentos, en informes de la petrolera Shell, que explotó antes este pozo, y que, según el portavoz de la plataforma en defensa del Sènia, Joan Ferrando Doménech, ya alertaba del riesgo de terremotos. En Benicarló, en Castellón, cientos de sus vecinos se manifestaban este viernes para exigir que se detenga este proyecto de almacenaje de gas. El mismo que también asocian con los más de 400 temblores que se han registrado en el último mes.  Más de cuarenta en las últimas 24 horas. Pequeños seísmos que ya han provocado desperfectos en locales y viviendas del municipio. Los alcaldes de las localidades afectadas, Benicarló, Peñíscola y Vinarós, han traslado este sábado su preocupación por estos hechos al presidente de la Generalitat Valenciana. Alberto Fabra, al igual que hizo ayer el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha querido trasladar un mensaje de tranquilidad a la población. La fiscalía de Castellón está investigando la posible relación de estos terremotos con la actividad de la planta, que dejó de funcionar el pasado 16 de septiembre, tal y como pudo comprobar este mismo viernes la Guardia Civil.