Un ciudano ruso rescató la llama cuando prendió con su propio mechero la antocha olímpica. El fuego que portaba uno de los voluntarios se apagó en pleno relevo ayer por las calles de Moscú. La capital rusa acababa de recibir el símbolo olímpico con un gran ceremonia presidida por el presidente Vladimir Putin. El relevo continúo sin más incidentes como parte del ritual para los próximos juegos de invierno de Sochi el año que viene.