El ayuntamiento de Málaga ha comenzado a limpizar los cauces de sus arroyos para evitar lo sucedido el año pasado en la zona del arroyo del Cuarto cuando un colegio, garajes y las calles más cercanas se inundaron. A la campaña ha dedicado 60.000 euros y pretender prevenir antes que tener que curar. Mientras, en Beinarbeig, Alicante, con el recuerdo de la tremenda crecida del río girona en 2007 que acabó con el puente de la localidad y el agua recorriendo las calles, se quejan de lo poco limpio que están las rieras. La caña, protegida y bajo la atenta mirada de los ecologistas invade las cercanías del cauce. Temen que las lluvias anunciadas para esta semana puedan provocar inundaciones parecidas a las de aquella ocasión.