Más aislados que nunca por culpa de un cajero automático, el único que hay en toda la isla de La Graciosa está estropeado.Llevan siete días seguidos sin poder sacar dinero en efectivo en pleno mes de agosto, justo cuando se triplica su población de apenas 650 habitantes por la llegada masiva de turistas.Hoy, una semana más tarde ha llegado el esperado técnico desde la vecina Lanzarote.