Las atletas rusas Kseniya Ryzhova y Tatyana Firova, recién proclamadas vencedoras del Mundial de Moscú en el relevo 4x400, han sellan su victoria dándose un beso en la boca cuando aún se encontraban en el podio. Las dos integrantes del equipo ruso han manifestado de esta forma tan explícita su rechazo a la ley 'anti-gay', proclamada recientemente en su propio país, y que tanta polémica ha desatado durante este Mundial.La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) había prohibido a Emma Green, saltadora sueca, competir en la final con las uñas pintadas con el arcoíris, símbolo del orgullo gay. Algo que provocó unas abrasivas declaraciones de Yelena Isinbayeva, campeona rusa de salto con pértiga, quien consideró el gesto de Green como una ofensa y apoyó la norma 'anti-gay'.Ahora son ambas atletas, desde el mismísimo equipo ruso, quienes acaparan los focos de atención y celebran el título desafiando a la nueva normativa que prohíbe la 'propaganda homosexual'.