La localidad alicantina de Calpe se ha llenado de mendigos al entrar el verano. El ayuntamiento asegura que detrás de esta llegada masiva se encuentra una mafia. Estas organizaciones reparten a primera hora de la mañana a los más necesitados por las calles principales del pueblo. En Gabriel Miró, una avenida de 400 metros, se han colocado 12 personas pidiendo limosna. Los vecinos y comerciantes reclaman medidas para evitar su presencia. Afirman que perjudica su imagen en plena campaña turística.