Las autoridades canadienses elevan a 13 los muertos tras la explosión del tren cargado con petróleo. También aumentan a 50 el número de desaparecidos. Las nuevas víctimas mortales fueron localizadas en áreas donde los equipos de rescate no habían podido entrar desde que se produjo la explosión la madrugada del sábado. El tren, con 72 vagones cisterna y cinco locomotoras, quedó fuera de control y descarriló. Se incendió y destruyó más de 30 edificios.