La sombra de Bárcenas, más que alargada, empieza a ser ya muy larga. Desde 2009 al hoy Presidente del Gobierno le preguntan por él y antes lo defendía: "nadie podrá probar que no son inocentes", llegó a decir. Esta defensa, incluso, se mantuvo en los juzgados. El PP pidió el archivo de la causa contra él hasta que en enero salta a la luz que Bárcenas tiene millones de euros en Suiza. "Que cada palo aguante su vela", dijo entonces Dolores de Cospedal. A partir de aquí, Barcenas se convierte en un innombrable  y ayer se consuma la desconexión con la dirección del partido cuando el fiscal pide su encarcelamiento. El PP despacha el asunto en un comunicado de 17 palabras. Con Bárcenas encarcelado en Soto del Real, saltan las alarmas. Ni la alcaldesa Ana Botella ni el ex presidente Aznar contestan a la pregunta de si hay miedo a lo que pueda decir ahora el ex tesorero del PP. Sí lo hace en Telecinco el presidente extremeño: "Yo no tengo miedo, que hable lo que tenga que hablar y diga lo que tenga que decir". Ahora a Bárcenas le sobra tiempo para meditar su estrategia.