En China continúan las labores de rescate tras el terremoto, que ha causado la muerte de al menos 180 personas y heridas a más de 10.000. Entre tanta devastación sigue apareciendo la esperanza. Este domingo se ha producido un momento especial, en el que se ha rescatado con vida a un bebé, sepultado en su casa de Lushan, justo en el epicentro del terremoto. Minutos antes habían conseguido sacar a su madre, que le protegió con su cuerpo. Ella está estable, pero el bebé está gravemente herido. También se han podido comprobar la virulencia del terremoto con imágenes grabadas justo cuando la tierra empezó a moverse.