Un terremoto de casi siete grados en la escala Richter despertaba el sábado a los habitantes de la provincia de Sichuan, al suroeste de China.Aquí podemos apreciar la virulencia del seísmo justo en su epicentro, en la ciudad de Yu'an.A las ocho y dos minutos de la mañana el movimiento de tierra provocaba el pánico entre los vecinos, que corrían despavoridos hacia la calle. Algunos incluso en pijama, sin tiempo para coger sus pertenencias.Una madre confirmaba: "No tengo ni idea de si hemos perdido algo. No tuvimos tiempo de mirar nada". Y asegura que su hijo no paraba de llorar. Las consecuencias han sido catastróficas. Lo vemos desde el aire. Edificios derrumbados. Hogares reducidos a escombros. Lo peor, las víctimas.Al menos un centenar de personas han fallecido. Más de dos mil han resultado heridas.La cifra no deja de aumentar. Y las autoridades reconocen que podría haber, al menos, varios centenares de muertos.