Los colegios electorales abren sus puertas en Malasia. Por primera vez, los más de 13 millones de ciudadanos llamados a votar podrán hacerlo así: tinta indeleble para marcar el sufragio. Un votante, una marca, una huella, un voto. Pero el novedoso procedimiento ya ha levantado las primeras sospechas. Un hombre a pie de urna asegura que la tinta se va, que no dura y que por tanto el riesgo de fraude electoral sigue siendo el mismo. Las autoridades se han apresurado a explicar que se trata de casos aislados en los que la fórmula de la tinta no se ha mezclado correctamente. Los nervios de los funcionarios encargados de la mezcla, aseguran. Con tinta china o tinta real, los sondeos parecen no fallar y conceden una ligera ventaja a la coalición opositora de Alianza Popular. 89 escaños por encima de los 85 que obtendría Frente Nacional. Los resultados se conocerán este mismo domingo, aunque no se haya terminado de contabilizar el 100 por 100 de las huellas emitidas.