La presión social ha conseguido una vez más posponer un desahucio. Medio centenar de personas han intentado bloquear el acceso a la vivienda de Mónica, una anciana de 70 años con alzheimer que vive de alquiler en este edificio del madrileño paseo de la Castellana. La policía intenta disolverles y en medio del enfrentamiento, dos personas han sido detenidas. La comitiva judicial ha tenido que cobijarse en esta tienda de ropa y después ser escoltada por los agentes. Hay mes y medio de margen para que la familia de esta anciana busque una solución. Esta orden de desahucio no es por impago, sino porque el dueño del piso lo quiere recuperar. Mónica paga con una renta antigua aquí desde hace casi cuarenta años. Su hijo, que lleva tres meses en paro, pide una solución para su madre. Quieren un alquiler social que puedan pagar con la pensión de menos de 400 euros de su madre.