Mientras la acusaciones han pretendido hacer de este juicio la gran oportunidad para limpiar el deporte español, las defensas han recordado que no se les juzga por dopaje porque hace siete años no existía ley antidopaje. Los cinco acusados se enfrentan a dos años de cárcel por un delito contra la salud pública. El único que ha utilizado su derecho de última palabra ha sido el médico Eufemiano Fuentes.