Tres atracadores entran en una farmacia. Gritan "Esto es un atraco, todo el mundo al suelo y a quien no lo haga lo mato". Uno de los asaltantes intenta abrir la caja registradora pero no lo consigue. El dueño le increpa y el ladrón acaba golpeandole. Uno de los clientes era Samuel Darío Rodríguez Ponce de León, un Policía de la comisaría de Carabanchel fuera de servicio. El policía acaba reduciendo y deteniendo a uno de los atracadores. Los otros dos son detenidos unas horas más tarde.