En la segunda jornada en el que se sienta en el banquillo José Ortega Cano han declarado varios testigos que le vieron antes de que sucediera el accidente que acabó con la vida de Carlos Parra. Todos los testigos han coindicido en que el torero circulaba a gran velocidad y de manera muy peligrosa. Han llegado a decir que podría alcanzar los 150 kilómetros por hora. El guardia civil ha reiterado esa idea de que superaba la velocidad permitida en la carretera en la que se produjo el choque en la que no se pueden superar los 90 kilómetros por hora.