El juez Castro ya tiene en su poder las alegaciones de Iñaki Urdangarín y su exsocio, alegaciones que espera resolver en breve. Habrá que esperar un par de semanas para saber si Urdangarin y Diego Torres deberán abonar los 8,2 millones de fianza que les reclama el fiscal. El duque de Palma, para defenderse, da la espalda a su exsocio sobre el que descarga toda la responsabilidad. Dice que él no se encargaba de los negocios. Olvida, Iñaki Urdangarin, que hay numerosos testigos y pruebas que le desmienten. Lo único que les une es que ambos señalan a un único culpable: las administraciones que les adjudicaron a dedo una decena de contratos. Fuentes de la acusación recuerdan que una cosa es que fueran los gobiernos de Baleares y Valencia los que ponían las condiciones de los contratos y otra que Urdangarín y Torres justificaran unos gastos desproporcionados con facturas supuestamente falsas o infladas.