Entre sacos de arena un pesmerga, un soldado kurdo, apunta a su objetivo. No dispara, solo imagina la jugada. Llevan acantonados 20 días esperando, desde que tomaron su aldea. Seguimos recorriendo el frente hasta Joseini, donde los yihadistas explosionaron la carretera y una ambulancia de la media luna roja. Nos advierten: "Hay que evitar los bordes para no pisar las minas". Unos kilómetros adentro está el frente más peligroso: Jalaula. A las puertas, los pesmergas luchan contra el Estado Isámico. Los pesmergas, que en kurdo significa sin miedo a la muerte, se han convertido en la última línea de batalla para detener a los hombres del Estado Islámico. Si ellos caen, el Kurdistán, la puerta norte de Irak, también caerá.