La lista de medicamentos tiene que tomar es interminable al igual que los dolores que tendrá en la espalda y en las piernas toda la vida, y ya no volverá a trabajar. Es el resultado nefasto de una operación que se hizo mal y tarde. Con 27 años le detectaron curvatura de espalda. Pero una eterna lista de espera retrasó su operación seis años. Ya en el quirófano vino lo peor. El equipo médico le colocó un tornillo en un lugar equivocado. La placa que le instalaron no quedaba fija y tuvieron que operarla tres veces más. Está contenta por la sentencia que obliga a indemnizarla por casi 1 millón de euros. Pero se verá obligada a vivir con dolores toda su vida. Y su pesadilla no ha terminado. Ahora vuelve a estar en otra lista de espera para una nueva operación.