Debe hacer buen tiempo, que haya tráfico fluido, que no haya habido muertos, que existan paneles luminosos... Los criterios son tantos que los expertos ponen en duda que haya muchos kilómetros de autopistas y autovías en los que finalmente podamos circular a 130 kilómetros por hora. Esta velocidad quedará recogida en un reglamento de circulación en el que ya trabaja la DGT y que podría estar aprobado el próximo verano. Las asociaciones de víctimas temen que haya un aumento de los fallecidos debido a los nuevos límites de velocidad.