Entre gritos desesperados de los inmigrantes que se han pasado horas encaramados a la valla. Y los gritos de los antidisturbios y de los guardia civiles que intentan que no pasen a territorio español. Hay momentos en los que hasta 8 agentes intentan desengachar a un inmigrante. Lo devuelven a Marruecos de manera automática, porque estaba en terreno de nadie, todavía no habían puesto un pie en nuestro país. Todo comenzaba a las cuatro y media de esta madrugada. 800 intentaban cruzar, al final solo diez lo conseguían. De los 10 inmigrantes que han entrado cuatro de ellos han llegado con contusiones y lesiones leves.