Las fuertes y altas olas han llegado a cubrir casas y locales e incluso se han adentrado en las calles, provocando numerosos destrozos e inundaciones. Viviendas, comercios y garajes acumulan grandes cantidades de agua en su interior; las playas han sido destrozadas, asi como terrazas y restaurantes de playa que se encuentran en primera línea. La borrasca ha causado, además, el desprendimiento del muro del paseo de El Sardinero.