Puntuales y juntos en el mismo taxi, los verificadores han llegado a la Audiencia Nacional para responder como testigos a Ismael Moreno por la petición de las víctimas. "Esperamos que cuenten todo lo que saben y que colaboren con la justicia; unos verificadores contratados no se sabe por quién, pero seguramente por la propia ETA", ha explicado Ana Velasco, de COVITE. Y que todo esto la fortalece. Para la izquierda abertzale la propia citación es ridícula y un sinsentido. En Madrid y en Euskadi, donde apuntan al Gobierno. "Hostigando judicialmente a los verificadores en un acto que consideramos de máxima gravedad", ha explicado Pello Urízar, de EH Bildu. "Y nos da vergüenza también que agentes internacionales demuestren mayor talla política y mayor capacidad que el Estado que tenemos enfrente", ha añadido Hasier Arraiz, de Sortu. Pero desde el partido del Gobierno, no dan ningún valor al papel de los mediadores. "Los terroristas no son delincuentes mejores que los pederastas, los violadores o los maltratadores, por tanto tampoco nadie tiene que verificarlos", ha comentado su vicesecretario, Esteban González Pons. Según fuentes judiciales, los verificadores habrían explicado al juez que este encuentro con ETA fue en Toulouse, que los etarras se volvieron a llevar las armas y que a ellos, por su labor en este proceso, les paga un gobierno escandinavo y la fundación holandesa que dirige el propio Manikkalingam. Y que fue ETA la que se dirigió a ellos para ejercer de mediadores. "Hemos venido hoy porque queremos ser transparentes y cooperar", ha dicho Ram Manikkalingam. Que su único objetivo es ayudar a la gente del País Vasco y España.