Hasta ayer Rosendo no encontró su regalo de reyes, del roscón de Reyes. Compró tres y la sorpresa llegó con el último trozo. Listos los 5.000 euros escondidos en uno de los 6.000 roscones que vendían en esta pastelería, donde no entendían por qué tardaba tanto en salir el agraciado. Aquí desde hace cinco años elaboran el roscón más rico. Y de suerte le llegó a Rosendo, un marinero jubilado.