Aurelia de 64 años se sintió indispuesta el pasado jueves en una residencia de Quesada. Rápidamente se activó el protocolo, llamaron al médico y, acompañada en la ambulancia por una auxiliar del centro, llegaron al hospital San Juan de la Cruz de Úbeda. Allí la enfermera de la residencia la dejó bajo la tutela de los sanitarios del centro hospitalario y se marchó. En el hospital se hicieron cargo de ella, pero quedó en una camilla en la sala de espera. La llamaron varias veces, pero no contestó y pensaron que se había marchado. Tras 12 horas, un médico del turno de noche vio que la mujer no respiraba. Ahora se ha abierto una investigación que aclare lo ocurrido.
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