Las llamas amenazaban a los vecinos de Pollença. El fuerte viento ha hecho que las llamas lleguen a las puertas de sus casas en pocos minutos. La borrasca Bruno ha dejado rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora en el norte de Mallorca, y aunque medio centenar de efectivos sigue trabajando en las tareas de extinción, las llamas han obligado a desalojar 60 viviendas esta madrugada. Sin poder sofocar el fuego con medios aéreos debido al temporal. Los bomberos han conseguido controlar el incendio. De momento no se han confirmado las causas, pero la principal hipótesis apunta a la explosión de una torre eléctrica.