Marchena ha empezado con guante blanco y ofrece a las defensas de los líderes independentistas toda la flexibilidad. Es el juez que preside el tribunal que juzgará el procés.Hoy se ha celebrado la vista previa sin los dieciocho acusados. Es la última oportunidad que tienen sus abogados de pedir que el juicio se celebre en Cataluña y no en el Supremo.Rechazan los delitos de los que se les acusa pero de cometerse dicen, habría sido en Cataluña. Se quejan de que se ha vulnerado el derecho a la doble instancia y no esconden su temor a la falta de imparcialidad del tribunal.Enfrente la fiscalía, que incide en que la acusación de rebelión está justificada y en que a diferencia del 9-N, en el 1-O sí hubo violencia.Ya solo falta saber la fecha del juicio.