Fue entrar Gywneth Paltrow en escena y dispararse el interés. Una sugerencia para bolsillos generosos como regalo de Navidad. El primer interesado no tardó en llamar. Una aldea con casa, pajar, bodega, horno para hacer pan y finca de sobra para perderse. Y todo en un valle que los del pueblo hoy promocionan como nunca. En plena naturaleza pero sin vecinos. Hay tantas ganas de dar la bienvenida a los nuevos dueños que el Ayuntamiento echa una mano a futuros compradores. La competencia parece dura: han recibido 19 llamadas en solo un día. Sin querer, la actriz podría cambiar la vida de este rincón gallego.
-Redacción-