Una venganza familiar parece ser el motivo principal de la matanza en la iglesia baptista de Texas. El autor de los hechos, el exmilitar de 26 años, había amenazado a su suegra, que asistía habitualmente a la iglesia en la que abrió fuego con su rifle semiautomático matando a 26 personas. Esta madrugada se ha celebrado una emotiva vigilia en este pequeño pueblo tejano por los fallecidos, mientras todo Estados Unidos se pregunta cómo es posible que las fuerzas aéreas no informasen al FBI de la condena por violencia de género que pesaba sobre él, lo que podría haber impedido que comprarse las armas con las que cometió la masacre.
-Redacción-