Sobre estas montañas de China se extiende un mar de nubes. Bañan las cimas del valle de Sennongjia con la quietud de un océano en calma. Las cumbres no son obstáculo. Se deslizan por las lomas en cascadas, ofreciendo una imagen poco habitual y otorgándole un regalo a la vista. Acercando con sus cascadas de niebla espesa un pedazo de cielo insólito en este valle del noreste chino.