El presidente del PPC, Xavier Garcia Albiol ha asegurado que "el Estado de Derecho y la democracia no van a permitir la independencia de Cataluña, ni con su declaración, ni por etapas, ni en diferido" y ha pedido al president de la Generalitat, Carles Puigdemont y al vicepresidente, Oriol Junqueras, "que renuncien a consumar el golpe al estado democrático". Durante su intervención en el pleno del Parlament celebrado esta tarde, García Albiol ha advertido que "ahora ya no valen las medias tintas. Ni las ambigüedades, ni las medias palabras maliciosamente intencionadas. El juego de las piruetas semánticas ya no es ni aceptable, ni posible". En este sentido le ha preguntado a Puigdemont "¿de qué quiere que dialoguemos? ¿De cómo volamos la soberanía nacional? ¿De si esa voladura la hacemos en dos, cuatro u ocho meses? ¿De cómo los catalanes dejaremos de ser españoles?". El líder del PPC ha añadido que "no podemos seguir viviendo en la inestabilidad institucional, política y económica en que nos han instalado. Hagan esté ultimo favor al pueblo de Cataluña y no nos arrastren -irremediablemente- a poner en muy serio riesgo las instituciones catalanas". En este sentido, García Albiol ha advertido que "llegará el día que todos recordemos con vergüenza este periodo negro, en el que criticaremos a los que partieron a la sociedad en dos". "Cataluña y España no pueden seguir ni un minuto más instalados en esta inseguridad jurídica, económica, institucional, política y social", ha proseguido. Durante su discurso, el líder popular también ha hecho referencia a la manifestación a favor de la unidad celebrada el pasado domingo en Barcelona diciendo que "ustedes han conseguido despertar a esa mayoría de catalanes que durante tanto tiempo han intentado convertirnos en invisibles. La Cataluña olvidada por el nacionalismo ya no se calla y ya no tiene miedo". Asimismo, ha enumerado los diferentes efectos negativos que ha causado el referéndum ilegal del 1-O como "la fuga de empresas y de ahorros de los catalanes, las cancelaciones turísticas y el descrédito de las instituciones". "No queremos un corralito para nuestros ahorros o nuestras empresas. Queremos vivir en paz", ha concluido.
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