Hace semanas que las aguas del pantano de Susqueda, en Gerona, ya no se rastrean de manera intensiva. La calma ha vuelto al lugar donde pareció ahogarse la pista de Marc y Paula. En la última imagen que se tiene de ellos, se les ve saliendo de un cajero a diez kilómetros del lugar donde iban a hacer kayak. Ahí se perdió el rastro de sus teléfonos móviles. Sin embargo, los jóvenes siguieron su ruta. Condujeron el coche un complicado camino y llegaron hasta el punto en el que se les perdió el rastro. La zona donde alguien arrastró el vehículo hasta el fondo del pantano. Dentro había una piedra, la documentación de la pareja y el material de acampada. El kayak apareció semihundido y con piedras. Pero nada se sabía de Marc y Paula. Durante días se buscó por la zona, bucearon en sus profundidades y recorrieron a pie los alrededores. Los Mossos creen que no se trató ni de un accidente ni de un suicidio pero un mes siguen sin encontrar las respuestas del misterio.
-Redacción-