Diego Nicolás Rodríguez se sienta hoy en el banquillo acusado de ser 'el violador del cúter'. La Fiscalía pide casi 57 años de cárcel por cuatro agresiones sexuales de las que hay rastro de ADN, pero además se le atribuye una decena de casos de abusos y tentativas. Sus víctimas eran chicas muy jóvenes, hasta menores de edad. Las abordaba en el centro de Barcelona y las agredía en sus portales con un cúter. Él hoy ha reconocido que las seguía y que abusó de dos de ellas, pero niega las agresiones. Además, excusa su comportamiento porque tomaba metanfetaminas. "No era yo", ha declarado. Sus víctimas han declarado también, pero por videoconferencia y tapadas por un biombo para que no las viera. Lo más sorprendente de este caso es la doble vida que llevaba el acusado: trabajaba, tenía novia de toda la vida y hasta fecha para la boda. 
-Redacción-