Eran los auténticos reyes de la ciudad. Las grandes urbes crecieron al ritmo de sus motores. Se ensancharon las calles para dejarles paso a costa de las aceras. Se construían vías de circunvalación para llegar a cualquier barrio a toda velocidad. Pero esto ya es historia.
Los coches empiezan a no ser tan bien vistos en el centro de las ciudades españolas. Viandantes y ciclistas les ganan terreno. Menos carreteras y más zonas peatonales y carriles para bicicletas. Valencia lidera el uso de la bici en España, con un 12% ya del total de desplazamientos. Aún lejos se sitúa Madrid donde apenas representan el 1,5 % del transporte. Claro que en la capital conviven hasta 16 tipos de carriles que no siempre se respetan.
La contaminación también aleja a los automóviles, el Ayuntamiento de Madrid se plantea que en 2025 no puedan circular por el centro los de gasolina y diésel más viejos. Ciudades más verdes y humanas son el signo de los nuevos tiempos.