Sin soltar a su perro un niño en brazos es uno de las más de mil personas evacuadas en Texas por la tormenta tropical Harvey. Con sus pocos enseres encima muchos dejan atrás sus casas con el agua por la cintura, mientras decenas de lanchas de rescate se abren paso entre las aguas. En autobuses urbanos son trasladados a uno de los 35 refugios habilitados. Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos está completamente anegada. Sus canales y calles están bajo el agua. Hay 250 carreteras cortadas y los dos aeropuertos principales han sido cerrados. Las autoridades hablan ya de inundaciones sin precedentes. Piden a la población que si el agua llega a inundar sus casas, se suban al tejado hasta ser rescatados en helicóptero. Porque se esperan más lluvias torrenciales para los próximos días. 3.000 efectivos de la guardia nacional van a ser desplegados y está previsto que Donald Trump llegue mañana para evaluar los daños. Aunque ahora se ha convertido en tormenta tropical, con al menos cinco muertos Harvey es el huracán más fuerte en llegar a Estados Unidos desde el Katrina, en 2005.
-Redacción-