La Fundación Francisco Franco niega que el dictador ordenara fusilamientos o condenas a muerte. Además asegura que durante la guerra, se cometió un genocidio de católicos. Lo dicen en un comunicado después de que la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña, haya pedido ilegalizar la fundación, por la polémica del Pazo de Meirás, cuando dijeron, al asumir el programa de visitas, que aprovecharían "para honrar la memoria del dictador". El Pazo, originalmente propiedad de Emilia Pardo Bazán, pasó a manos de Franco a través de expropiaciones durante la Guerra Civil. Sus herederos se resistieron sin éxito a abrir al público el edificio, declarado Bien de Interés Cultural hasta que en 2011, obligados por el Supremo, se acordaron cuatro visitas mensuales. Visitas gestionadas primero por la Xunta, después por la familia Franco y ahora por la fundación. Como cada agosto, cuando hay más demanda, las visitas no se cumplen, porque los Franco, veranean allí. El ayuntamiento de Sada, en pleno extraordinario, acaba de declararles 'non gratos', piden a la Xunta la ilegalización de su Fundación, e insisten en la gestión pública del programa de visitas al Pazo.
-Redacción-