Incertidumbre. Ese es el clima que se respira en Kenia tras las elecciones.El líder de la oposición ha agitado la opinión pública tildándolas de fraude.La clave del hecho tiene nombre propio, Chris Musondo. Él era el director de la Comisión Electoral hasta que hace diez días fuera torturado y asesinado. Ahora la oposición denuncia que se utilizó su identidad para piratear el sistema de recuento de votos.Pero la excitación en las calles también viene dada por el actual presidente. Que hace diez años no reconoció los resultados que le dieron perdedor y derivó en una ola de violencia en la que murieron más de 1.000 personas. Ahora el fantasma del pasado revolotea de nuevo en una de las principales economías del continente africano.