En pleno pulso independentista, Mariano Rajoy inaugura el Parador Nacional de LLeida. Ejemplo, dice, de que la colaboración entre administraciones funciona. Le sirve para reiterar su mensaje a la Generalitat: "Frente a los caminos de la ruptura que no llegan a ninguna parte, apostamos por las vías del sentido común y la empatía". El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, no ha acudido al acto. El presidente catalán ha seguido con su agenda y con su estrategia. No se mueve ni un milímetro. Pero hoy ha habido otro duro golpe al independentismo. El letrado mayor del Parlament, Antoni Bayona, publica un artículo en una revista jurídica donde cuestiona el referéndum unilateral. Textualmente dice que el 1 de octubre no se podrán cumplir los requisitos y estándares mínimos exigibles y que hablar de formas autoritarias del Estado es un grave error.
-Redacción-