Y es que en una ciudad tan poblada como Barcelona no cabemos todos en la acera. Por eso ahora, el Ayuntamiento de Barcelona quiere poner fin a la libre circulación de este tipo de vehículos eléctricos. La nueva normativa pone coto a las excursiones turísticas: sólo podrán ir por itinerarios establecidos, acompañados por un guía y en grupos de 6 personas como máximo. Los patinetes y transportes de una o dos ruedas de menos de un metro podrán continuar yendo por la acera, pero a una velocidad máxima de 20km/h. Los ciclos de más de 1 metro tendrán que circular por el carril bici y por la calzada a una velocidad máxima de 30km/h. Además, todos los vehículos deberán estar registrados y no los podrán llevar menores de 16 años. A partir de ahora, el orden imperará en la vía pública. Y más les vale a los conductores porque las multas pueden llegar a los 500 euros.