Cigales, en Valladolid, esta misma mañana, reuniendo todos los tormentosos ingredientes posibles: lluvia, viento y granizo. También el tamaño del pedrisco en Segovia, los coches abriéndose paso ante los 60 litros por metro cuadrado de Ávila o los impresionantes chorros cayendo en la Plaza Mayor de Salamanca. En Xunqueira, Orense, una fuerte granizada ha arruinado más de 500 hectáreas de cereal y patata. Tormentas con rayos que han provocado hasta cuatro incendios en la zona de Jumilla, Murcia, o llamas en un ciprés en Alicante dentro de una residencia de ancianos. Estar bajo techo tampoco descartaba problemas viendo goteras en varios hospitales madrileños. La sala de rehabilitación del de Getafe o los pasillos del Clínico, convertidos en riachuelos.
-Redacción-