Cristiano Ronaldo, una máquina de meter goles que podría chupar banquillo en los tribunales por no haber pagado casi 15 millones de euros en impuestos a la Hacienda española.
Fichó por el Madrid en 2009, se mudó y en 2010 pasó a ser residente fiscal en nuestro país, es decir, tenía que pagar impuestos aquí, pero según la denuncia de la Fiscalía, el astro del Madrid habría ocultado a Hacienda las rentas generadas entre 2011 y 2014 por sus derechos de imagen. Cuatro delitos fiscales, uno por cada año, que en total suman 14,7 millones de euros de impuestos no abonados.
Ronaldo tiene la conciencia tranquila, pero según el escrito del fiscal, simuló ceder sus derechos de imagen a una sociedad domiciliada en las Islas Vírgenes de la que era socio único "con la intención de obtener un beneficio fiscal ilícito en España". Una práctica, que de confirmarse en juicio, podría acabar en pena de prisión y el pago de lo defraudado.