Los perros con minusvalía en este refugio de Taiwan pueden por fin andar o incluso correr. Todo gracias al entusiamo y al empeño de este mecánico que ha diseñado estas sillas de ruedas con tuberías de agua.
Pan, su creador, encontró la confianza despues de ver cómo un perro que usaba la silla se recuperaba.
Los materiales son muy ligeros y muy baratos dice este veterinario, lo que propociona a cada animal la oportunidad de tener su propia silla de ruedas.
El coste por cada silla es de unos 30 dólares, menos de un tercio del precio de los modelos que se comercializan. Pan y su novia visitan los fines de semana difrentes refugios y construyen las sillas para quien lo necesite, y así poder ir perfeccionando mejor cada modelo.