Francisco Granados las anotó de su puño y letra: entradas y salidas de dinero, que son la primera pista de la financiación irregular del PP madrileño. A la izquierda su columna de entradas, presuntas aportaciones de empresarios. A la derecha, la de salidas a nombre de de B.G. Beltrán Gutiérrez, exgerente del partido en Madrid. El hallazgo llevó a un registro en su casa, la de Gutiérrez, donde guardaba dos pen drive que han permitido apuntalar las sospechas de financiación irregular. Este último registro ha revelado una 'contabilidad b' de gastos electorales que muestra la superación sistemática de los límites de gasto electoral, así como numerosas irregularidades, muchas de ellas con relevancia penal. El sumario de Púnica secreto hasta hoy se refiere a tres campañas electorales, 2007, 2008 y 2011. Entre las tres, el  PP se gastó casi 5 millones de euros por encima de lo permitido. Y para sufragar esos excesos, creen las fiscales, Granados y Beltrán Gutiérrez pusieron en marcha "diversos canales de financianción irregular". Entre ellos, pieza clave, Fundescam, Fundación del PP de Madrid. Presuntamente, Fundescam cobraba subvenciones públicas de la Comunidad madrileña, y las justificaba con conceptos y facturas falsas, para después utilizar el dinero en las campañas electorales del PP. No era el único método. Hay indicios de que empresarios como Arturo Fernández, ingresaban dinero en la cuenta de Fundescam. Era para gastos electorales, pero nunca se contabilizó así.
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