Victoria del Barcelona en la Copa del Rey ante un Alavés agigantado, pero insuficiente. Messi se tornó más guerrero que nunca y decidió el destino de un partido (3-1) que los aficionados disfrutaron con gran emoción en el Calderón. En rueda de prensa tras el partido, el entrenador del Barcelona, Luis Enrique, dedicó el título a los aficionados. "Somos una gran familia, hay muchas personas encargadas de ayudar a los jugadores en su rendimiento, es una gran alegría conseguir un título y dedicárselo a los aficionados que han venido a apoyarnos". Sobre su despedida de la familia culé y su futuro, Luis Enrique quiso enviar un mensaje cargado de optimismo. "Tristeza en absoluto, alegría total, de hecho soy yo el que ha decidido que es mejor pararse, creo que a mí me va a venir de maravilla y creo que a los jugadores y al equipo también".
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