En medio de extraordinarias medidas de seguridad y de fuertes protestas que le van a acompañar durante toda la jornada, hoy arranca la esperada cumbre de la OTAN en Bruselas, la primera de Trump como presidente de los Estados Unidos después de llamar obsoleta a la organización en su campaña electoral. En su nueva y flamante sede que se inaugura hoy, se espera que la Alianza se sume, tal y como quiere Trump, a la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos contra DAESH en Siria e Irak. Entre los socios más reacios están Francia y Alemania, por el gasto que supondría y porque la OTAN apoya ya a la coalición con aviones de vigilancia y entrenamiento militar en Irak. Además de la lucha contra el terrorismo, su secretario de Estado ya ha advertido que Trump va a ser muy duro con los aliados para que aumenten hasta el dos por ciento su gasto militar. Los socios por su parte esperan que el presidente norteamericano reafirme su compromiso con la Alianza antes de poner rumbo de nuevo a Italia para asistir a la reunión del G-7 de este fin de semana en Sicilia.
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