Unos pocos operarios se esmeran en limpiar la falta de civismo de miles de universitarios. El macrobotellón que comenzó ayer para celebrar la fiesta de arquitectura ha terminado al amanecer con una imagen para la vergüenza. Botellas, vasos y todo tipo de desperdicios invaden los parques del campus a pesar de los contenedores. Es lo que ocurre cuando a la falta de educación se le añade demasiado alcohol.
-Redacción-