Jordi Pujol Ferrusola abandonó la Audiencia Nacional dentro de un furgón. El juez cree, que estando ya investigado, siguió ocultando su fortuna en el extranjero, y por eso, ayer dictó para él prisión provisional sin fianza. Pero esta noche ha viajado hasta su despacho en Barcelona. La Policía ha buscado más pruebas. También, en casa de su padre. Lo hemos visto con gesto perdido. Ni una palabra al salir de su casa. Se ha dirigido a su despacho, para asistir a otro registro de la Policía. Los agentes también han estado en su casa de Queralbs. Buscando más pruebas que demuestren que Jordi Pujol Ferrusola no se detuvo ni cuando el juez lo había señalado como el cerebro de la presunta trama familiar. Hace poco más de un año, ya le retiró el pasaporte. Pero impedirle viajar no ha evitado, según el auto, el riesgo de que oculte o destruya pruebas. De hecho, el mayor de los Pujol continuó con sus presuntas operaciones de blanqueo. La última detectada por los investigadores, fechada a finales de enero de este año. Con ellas, movió e intentó ocultar al menos 30 millones de euros. Movimientos en Andorra, Estados Unidos, Paraguay, Argentina o Panamá. 30 millones, un importe mínimo, según el juez, que podría aumentar a medida que avance la investigación.