Tantos años encomendándose a él y por fin hoy lo ven, a su manera. Hombres y mujeres invidentes palpan por primera vez al Cristo de San Gonzalo. Con ellos se ha hecho, claro, una excepción. Todo el mundo sabe que las figuras no se tocan. Se admiran en la distancia. Eso sí algunos tratan tenerlas lo más cerca posible aunque eso implique colas infinitas. Hoy la Macarena y la Esperanza de Triana han empezado a recibir a sus fieles. Tienen una semana de visitas antes de salir en procesión. El tiempo se detiene para muchos en Sevilla en estos días, se arman de paciencia y toca esperar horas. Incluso para hacerse con el folleto del programa de la Semana Santa.